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Foto del escritorDr. Ray Romero

El inicio de un proceso difícil llamado “Infertilidad”.



Desde niños nos han mostrado una imagen de la “Familia perfecta” como el papá valiente y trabajador, la mamá femenina y cariñosa que generalmente está al pendiente de los niños, el hermano mayor cuidando de los menores, el menor siguiendo el ejemplo de los mayores. La niña que juega con muñecas, que le da biberón a su nenuco, el niño que juega con dinosaurios y carritos, todos jugando el típico juego infantil de roles “la casita”. Incluso, entre más grande la familia parecen más felices todos.

Esto, aunque lo veamos solo como algo cultural, es lo que hace aún más difícil el proceso de infertilidad.

Imagina, si siempre nos plantearon que ese era un ejemplo de vida perfecta ¿qué pasa cuando llegas a ser adulto y una de las partes de la perfección que te enseñaron que debía suceder no ocurre tan pronto como lo imaginabas?. Es ahí cuando todo empieza a perder sentido al no tener lo que desde chico te dijeron era lo correcto, las ilusiones comienzan a derrumbarse.

¿Cómo nos venden la imagen de una vida plena?

Primero crecer y ser adultos, de preferencia profesionales o con algún buen trabajo.

Segundo encontrar el amor de tu vida, que en estos tiempos suele no ser fácil, a las chicas que buscan a los hombres las llaman “fáciles”, a las que los ignoran “apretadas”, a los hombres que intentan ser románticos “acosadores” y una serie de situaciones a las que no entraremos en detalle en este Blog.

Y bueno.. ¡Ya que encontraste a esa persona ideal, la que quieres como padre o madre de tus hijos, juntos organizan una boda, la mejor fiesta del año, todo parece ir perfecto! ¿Qué puede salir mal?.

La luna de miel y todo planeado, -El primer año será para disfrutar como pareja, “No hijos aún”, ya será para el próximo año.-


Pasa ese año de Honey moon, lo disfrutan mucho, salidas a bares, con amigos, viajes, etc. En cada reunión familiar los reciben con gusto, orgullosos de la pareja enamorada, comienzan los comentarios de las tías, -¿Y para cuándo el bebé?,“Ya es tiempo de que se embaracen”, “Hija acuérdate que los años pasan”, y una serie de comentarios que al principio causan gracia y después desagrado.


En una noche a punto de dormir tocan el tema.

-Amor.. ¿Crees que ya es momento de tener un bebé?- Al parecer ambos están preparados para esa tercera fase, están muy enamorados y felices con su vida pero necesitan ese ser que complementará sus días. -Seamos padres- se toma la decisión y dejan a lado los anticonceptivos.

En la siguiente regla, un día de retraso, como mujer te inundas de emoción, estas ansiosa por ver esas dos rayitas de la prueba de embarazo, es tan sencillo, todo mundo sale embarazada cuando se deja de cuidar, hasta las que por error olvidan las pastillas una noche, ¡vaya! así es la reproducción.


Prueba de embarazo negativa.

Siguiente día llega la menstruación, fue falsa alarma. -No pasa nada, en el siguiente mes será. ¡A hacer la tarea!-

Y pasa un mes, luego otro y así sucesivamente, entre cada uno de ellos se empiezan a tener sentimientos de tristeza que por pena no los expreso, vamos dejando pasar el tiempo con la esperanza de que el próximo será nuestro mes de embarazo positivo.

Cada día esta esperanza va desvaneciéndose y comienza a haber un caos existencial, personal, de pareja y social. La gente insiste que ya es el momento y presionan sin saber lo que realmente estamos viviendo en silencio.

Comenzamos a tener preguntas sin respuestas. No logramos comprender la situación.


-¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?-

-¿Por qué si lo deseo con el alma no puedo tenerlo?-


Empezamos a culpar.

-Dios, ¿Por qué eres tan malo?-, seguramente la vida me está cobrando.

Todo el día piensas en lo que les esta pasando.. -¿No será porque tomé anticonceptivos por tantos años?.-

Entramos a un agujero lleno de dudas y sentimientos de decepción que nos ahogan. Existe una estrecha línea entre rendirse y tirar la relación por la borda o buscar ayuda y llegar a la solución.

El hombre culpa a la mujer, la mujer se culpa a ella misma. Ella lo culpa y el hombre se siente culpable, empiezan las discusiones.

La realidad es que esto se llama infertilidad y es un proceso que debe vivirse en pareja. Cuando denominamos “factor” es para indicar en quien podemos corregir el error para lograr el embarazo, no significa quién es el culpable de la situación. (No entraremos en detalles ya que tenemos una página que nos especifica algunos de ellos.)


Se deja el tema a lado por un tiempo hasta que un día llega una amiga y sugiere que visiten a un especialista. Haces la cita, con pena y sin saber si les ayudará esta visita, acuden pensando que tal vez sea solo una pérdida de tiempo y dinero, pues la mala racha pasará y algún día serán padres.

Después de un largo interrogatorio y la exploración física correspondiente el médico les pide realizarse una serie de estudios y les explica el probable diagnóstico, -El problema puede estar aquí o acá, necesitamos confirmar con los estudios.- Los términos médicos estuvieron algo confusos pero lo que pudieron entender fue que el bebé que tanto anhelan no llegará el siguiente mes y que no existe un medicamento que rápido provoque que logren el embarazo. Otro cambio repentino de emociones difíciles de llevar. -¿Y si buscamos una segunda opinión?- Es una de las preguntas que primero se nos vienen a la mente, es normal la fase de negación, no todos los días nos dicen que algo en nuestro cuerpo no está funcionando como debería. -¿Y si solo quiere sacarnos dinero? ¿Y si el médico no sabe?- En fin, será difícil encontrar un médico que nos diga lo que queremos escuchar. Dense tiempo necesario para aceptar que algo no esta bien.


Enojo, desesperación, ira, frustración, ansiedad, vergüenza, depresión, culpa y un sinfín de emociones vamos a vivir, así es la infertilidad, recuerda que esto no solo te pasa a ti, hay miles como ustedes que sienten todo este terror y desean todas las mañanas salir de esta pesadilla.


El problema de infertilidad comenzará a afectar su calidad de vida, ¿Cómo van a salir de esto?.

No permitan que esta situación tome el control de sus vidas y que todo empiece a girar en torno de eso, que no se convierta en el único tema de conversación, no se guarden en su casa para evitar que los demás pregunten. En estos tiempos, ¡Hay solución!.

Sea el tratamiento que sea el necesario para confrontar este problema, sea el factor masculino o femenino, llevará un tiempo comprenderlo, el inicio es un golpe fuerte y con el tiempo vas aprendiendo a vivir con ello, lo importante es no dejar de desear escuchar el primer latido, ver sus primeros movimientos por el ultrasonido, sentir su primera patadita, ver que tendrá el perfil del papá, los labios de mamá, planear el baby shower, prepararte para el gran día, escuchar su primer respiro en este mundo y sentir ese calor de tu bebé tan esperado en tu pecho.



La paciencia es punto fundamental en este difícil proceso, no lo olviden siempre presente el amor y deseo de tener ese aroma de bebé en casa.


Futuras mamás, escuchar ese primer latido, inunda todo tu cuerpo de amor.

Es una experiencia mágicamente e inolvidable, una experiencia que estamos dispuestos a ayudarte a vivirla.


Gracias por leernos y recuerden, nuestra especialidad es orientarlos para hacer sus sueños realidad.


𝘈𝘶𝘵𝘰𝘳: 𝘋𝘳𝘢. 𝘓𝘰𝘳𝘦𝘭𝘢𝘺 𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘷𝘪𝘤𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰 𝘊𝘰𝘷𝘢𝘳𝘳𝘶𝘣𝘪𝘢𝘴 - 𝘊𝘰𝘰𝘳𝘥𝘪𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘮é𝘥𝘪𝘤𝘰

 


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